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martes, 4 de febrero de 2014

Capitulos de Maratom

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CAPITULO # 52

El sábado fui con Julieta al cine y después a cenar, estando en el restaurante le llamó su nuevo compañero de trabajo para invitarla a una exposición al día siguiente, me daba gusto verla de nuevo entusiasmada con alguien y que hubiera olvidado tan rápido a su ex, me pregunté si era buena idea decirle que el tipo estaba muerto y decidí que era mejor que lo ignorará,no quería amargarle su día, sería muy impactante para ella y lo que menos quería era que sufriera de nuevo.

El domingo no hice prácticamente nada, sólo leer, escuchar música y ver la televisión, pasaron un anuncio de la línea de ropa de Caroline y de inmediato vino ___ a mi mente, sí, otra vez el hechizo estaba haciendo efecto, así que me levanté, tomé las llaves del coche y me dirigí a su departamento, necesitaba verla aunque fuera a lo lejos, no me atrevía a llamarla, quizá se negaría y muy en mi contra, al menos conscientemente, eso me dolería.

Llegué y me estacioné otra vez en la acera de enfrente, no tenía idea si su departamento daba a la calle y sólo se veían un par con las luces encendidas, me quede ahí sentado decidiendo que hacer, no podía ir a buscarla, ¿qué le diría?, ¿qué me equivoqué de departamento y no me imaginé que ella viviera ahí?, ¿qué se descompuso mi coche y estaba buscando ayuda?, quizá eso funcionaría si viviera en la planta baja, pero no en el quinto piso. Eran patéticas mis opciones y más aún mi actitud psicópata, obsesiva, compulsiva, ¿desde cuándo yo era así?

Fui sacado de mis cavilaciones cuando un coche se estacionó afuera de su edificio y de inmediato lo reconocí, claro, ¿qué otra cosa podría hacer ella en domingo que no fuera salir a pasear con su novio? La vi bajar y mandarle un beso con la mano y después él arrancó, me esperé a que ella entrara al edificio, se veía tan hermosa con esos jeans y ese suéter que enmarcaba muy bien sus curvas. Moví la cabeza y me dirigí a mi departamento.

Los siguientes días transcurrieron con la rutina de siempre, incluido el ir a espiar a su edificio, estaba completamente convencido que esa mujer me había dado algo, no era posible que me estuviera comportando de manera tan irracional, ¿qué ganaba con verla escasos segundos?, ¿por qué, a pesar de estar tan cerca de ella, no me atrevía a acercarme?, ¿por qué temía a su rechazo? ___ parecía una especie de droga, la había probado, me había gustado y quería más, pero a la vez intentaba evitarla, unos días tenía la suficiente fuerza para no pensar en ella y otros sentía una necesidad impetuosa de estar a su lado, sí, ella parecía algún tipo de adicción que tratas de dejar y no puedes.

Ese viernes no pude más, estaba afuera de su edificio y, aprovechando que apenas me habían entregado el movil que utilizaría en la oficina, le marqué desde ese para que no supiera quien la estaba llamando. Después de tres timbrazos escuché su hermosa voz: “hola, buenas noches”, me quedé mudo como vil adolescente, sin poder hacer la maldita pregunta de rigor, “hola, ¿hay alguien ahí?”, preguntó un tanto desconcertada y al volver a escucharla, un suspiro me traicionó y colgué de inmediato el teléfono, entonces tuve la vaga esperanza de que supiera que era yo y me buscara. Casi veinte minutos después sonó mi movil y una sonrisa se plasmó en mi cara al ver que se trataba de ella, sin planearlo resultó.

– Hola – respondí pareciendo casual.
– ¿Estás libre esta noche? – preguntó casi en voz baja.
– ¿Lo estás tú? – exclamé sin pensar.
– ¿Acaso es un reclamo?
– De ninguna manera, sabes que así no funciona – le mentí, conservando mi papel de desconocido.
– Entonces, ¿nos podemos ver? – me alegré al escuchar esa frase, ella estaba tan ansiosa como yo, pero guardé silencio unos instantes para que no lo notara.
– Sí, en una hora en el lugar de siempre.

Y ahí seguía yo, con la sonrisa estupida estampada en la cara, emocionado porque volvería a verla después de casi cuatro semanas. Suspiré y arranqué a toda velocidad. Llegué al hotel y me quedé en el auto haciendo tiempo, luego me puse un eche un poco de colonia y me dirigí a los ascensores. A los pocos minutos llegó ella, vestida de forma informal, con unos jeans y una chaqueta, mi corazón se aceleró al verla y comencé a excitarme a pesar que aún no la tocaba ni la tenía cerca.

Nos saludamos y después subimos al ascensor, alguien debió escuchar mis plegarias porque en el piso dos subieron demasiadas personas haciendo que ella tuviera que pegarse a mí, aspiré el aroma de sus cabellos y exhalé en su oreja sin que pudiera evitarlo, había echado tanto de menos su perfume, en realidad, a toda ella.

Salimos y caminamos rumbo a la habitación, le ofrecí mi brazo que acarició suavemente provocándome una cálida sensación que recorrió todo mi cuerpo. Cuando iba a sacar la tarjeta para abrir la puerta de la habitación sentí que mi blackberry vibró, así que tuve que excusarme con ella para que no escuchara la conversación y que siguiera ignorando cosas sobre mi vida personal.

– Permíteme unos minutos, necesito pasar primero al baño – dije deslizando la tarjeta, ella sólo asintió con la cabeza.

Entre y cerré el baño, caminé hacia la regadera y corrí la puerta de cristal para entrar en ella y tener un poco más de privacidad. Saqué el aparato del bolsillo y vi que la llamada era de Julieta, iba a marcarle cuando ella volvió a hacerlo.

– Hola niña – respondí susurrando.
– Hola baby, ¿cómo estás?
– Ocupado, y ¿tú?
– Esperando, ¿por qué hablas en voz baja?
– Porque estoy en una junta, ¿qué necesitas?
– Escuchar tu voz baby, te extraño.
– Muy graciosa, ya dime en serio para que me llamas con tanta insistencia.
– Sólo para confirmarte que ya tengo las entradas para funcion de Mamma Mía, es mañana a las nueve.
– Muchas gracias, no iba a poder dormir.
– Ahora, ¿quién es el gracioso?, te aviso para que no programes ninguna de tus citas misteriosas, sabes que odio que me dejen plantada.
– Lo tomaré en cuenta, ¿es todo?
– No, quería hablar contigo mientras pasan por mí, ¿por qué tanta prisa galán?
– Porque ya te dije que estoy en una junta.
– ¿Y tú crees que yo soy tonta?, es viernes y pasan de las nueve de noche, ¿quién es ella?
– No la conoces.
– La conoceré algún día? – preguntó curiosa.
– Lo dudo – lo más probable es que sí, pero no quise que aún lo supiera.
– Mmmm, otra de tus citas misteriosas, ¿algún día me dirás qué es lo que haces?
– No y en serio ya tengo que irme.
– Uy, que prisa, a veces es bueno hacer esperar… aumentan las ansias.
– O duermen a la gente, así que ya te dejo niña, nos vemos mañana.
– Hasta mañana baby, diviértete mucho, te mando un besote.
– Y yo dos, descansa y que sueñes con los angelitos.
– Tú también descansa, te he visto más flaco últimamente.
– Me estoy haciendo anoréxico.
– Uy sí te lo creí.
– Bueno, ya adiós, voy a colgar en este momento.

Sólo escuché su risa antes de oprimir el botón de apagado. Salí de la bañera, me lavé las manos y abandoné el baño.

Le sonreí a ___ mientras me acercaba a ella, por fin iba a tenerla nuevamente entre mis brazos. Levanté mis manos para tomar su rostro, pero ella me lo impidió sujetándolas por las muñecas, ¿qué pretendía?.

Me besó frenéticamente haciendo prisionera mi lengua, que delicia fue sentir la suya, comprobé que tenía las mismas ganas que yo y le correspondí el beso de igual forma, su sabor era realmente embriagador y me perdí en él, disfrutándolo, saboreándolo, en tanto mi cuerpo reaccionaba y la excitación aumentaba, definitivamente necesitaba de ella, con sólo un beso había logrado hacer lo que aquella rubia mujer no había podido lograr estando desnuda sobre mí. Forcejeé con ella, quería tocarla, acariciarla, recorrer su cuerpo con mis manos y entonces rompió el beso.

– Esta noche será a mi manera – susurró en mi oído.
– ¿Ah sí?, ¿y qué tienes en mente?

La sentí sonreír sobre mi cuello y empezó a lamerlo, en ese momento logré liberar mis manos, pero ella me aventó los brazos impidiendo de nuevo que la tocara, fue mordiendo mi cuello en tanto levantaba mi suéter hasta que me lo quitó, después levantó mi camisa y fue lamiendo de una forma deliciosa mi torso, quise sujetarla por los hombros y una vez más no permitió que lo hiciera, entonces empecé a jadear, el no poder tocarla estaba aumentando peligrosamente la excitación, finalmente me quitó la camisa también, me sonrió y me tiró sobre la cama, sin duda esa noche iba a ser una de las mejores de mi vida, me encantaba esa actitud que había adoptado, quería dominarme y por supuesto que se lo iba a permitir.

CAPITULO # 53

Me tumbó en la cama y terminó de desnudarme. Me gustaba esa sonrisa traviesa que tenía en la cara, entonces, tomó mi miembro endurecido entre sus manos y comenzó a lamerlo de manera deliciosa, quise poner mis manos en su cabeza, pero me lo impidió mientras seguía devorándose por completo mi masculinidad. Me acosté por completo en la cama, disfrutando de sus húmedas caricias y mis gemidos se escuchaban por toda la habitación, al fin me estaba haciendo lo que tanto había querido y de qué forma, sentía su tibia boca absorber mi miembro sin parar, al tiempo que lo acariciaba con su mano y pasaba su lengua a todo lo largo.

Yo me mordía los labios ante las grandiosas sensaciones que me estaba provocando, no sé cómo pude contenerme y no gritar su nombre, que ya conocía. Cuando estaba a punto de terminar, ella se detuvo y me besó ansiosamente, entrelazando su lengua con la mía en tanto su mano se deslizaba por mi dureza y me hizo explotar en ella.

Se separó lo mínimo para tomar aire, quise besarla, pero seguía sin dejarme, así que hice uso de mi fuerza y logré tirarla en la cama colocándome encima de ella y la sujeté de las muñecas con fuerza, pero sin lastimarla, ella me miró confundida y yo me reí.

– Fue tu idea jugar rudo esta vez… prohibido tocar o prolongaré más la tortura – expliqué sobre sus labios.

La fui desnudando lentamente, al tiempo que la besaba y lamía, le quité la ropa interior con mi boca y después la giré para recorrer su espalda con mis labios, mi lengua y mis manos. Su respiración se volvió errática y después me suplicó que la hiciera mía, era lo que más había deseado todos estos días, pero quería embriagarme primero de su aroma, de su sabor, quería comprobar si me había necesitado tanto como yo a ella. Mientras me colocaba el condón, ___ se acostó de frente y me tumbé sobre ella, pero sin penetrarla todavía, entonces volvió a suplicar.

– Necesito tenerte dentro ahora – exclamó demandante.
– ¿Me extrañaste? – pregunté entrando al fin en su cuerpo.
– Sí – respondió con un grito.
– ¿Cuánto? – inquirí mientras me movía suavemente.
– Mucho – dijo entre gemidos deliciosos que me excitaban más.
– ¿Mucho? – insistí disminuyendo la velocidad de mis movimientos.
– Muchísimo – aclaró tratando de besarme, pero no se lo permití.
– Demuéstrame que tanto – ordené.

******

Fui a mi habitacion y primero hablé con mi contacto del estadio y le pedí cuatro pases para el palco familiar. Después le marqué a Zayn, sonaba y sonaba, pero no me contestaba, estaba a punto de colgar cuando finalmente respondió.

– Hola Tom, ¿cómo estás? – contestó un tanto agitado. 
– Bien, ¿y tú?, ¿interrumpo? – pregunté serio ante la posibilidad de que estuviera con ella.
– No para nada, ¿en qué puedo ayudarte?
– Quiero invitarte al partido de los Gigantes del lunes por la tarde, ¿puedes?
– Claro, hace mucho que no voy a un partido en vivo.
– Pues ya está, te regalo un pase doble para palco preferencial, te los hago llegar a tu oficina el lunes por la mañana.
– Perfecto, muchas gracias.
– No tienes nada que agradecer, nos vemos el lunes – colgué feliz.

Después de cenar, Julieta y yo fuimos al teatro, la obra estuvo entretenida, me gustaban los musicales y la más feliz era mi amiga que cantó todas las canciones. Al terminar, la llevé a su departamento y luego me fui al mío. El domingo no hice gran cosa, no salí, estuve tocando un rato el piano, quería escribirle una canción a Caroline y Dylan para el día de su boda, pero no encontraba la inspiración, así que sólo toqué canciones que ya me sabía.

El lunes por la mañana me llegaron a mi oficina los pases para el partido y de inmediato le mandé a Zayn los suyos. Casi todo el día estuve con la desesperacion de si iría ___ con él, no quería llevarme una desagradable sorpresa como la vez de la cena, así que decidí averiguarlo, estaba afuera del edificio de Julieta esperando a que saliera cuando tomé mi movil y le marqué a ___.

– Hola – contestó un tanto nerviosa.
– ¿Estás libre esta noche? – pregunté sensualmente para escuchar su reacción.
– No… lo siento, un… compromiso previo – eso me indicó que sí iría.
– Entiendo – respondí haciéndome el ofendido.
– ¿Podría ser mañana? – no preciosa, será hoy aunque no precisamente en el hotel.
– Quizá… buenas tardes – fue mi respuesta y le colgué.

Sonreí, al fin se había llegado el momento de terminar de mandar al demonio las dichosas reglas, hoy ___ conocería mi nombre, hoy yo entraría de manera formal a su vida y me daría una idea de cómo era su relación con Zayn y que tanto significaba yo para ella.

Julieta subió al coche y me miró desconcertada, me preguntó de qué me reía y le dije que de nada, encendí el coche y nos dirigimos al estadio.

Al estacionarme sonó mi movil era de la oficina así que lo respondí y estuve explicándole unas cosas a mi asistente, después de colgar nos bajamos del coche y caminamos hacia el palco, antes de entrar Julieta se encontró a unos amigos, los saludé y ella se quedó con ellos.

Cuando estuve dentro los vi sentados, mi corazón se disparó, saludé a Zayn que se puso de pie y me dio un abrazo, ___ estaba petrificada en su asiento, debió reconocer mi voz y sonreí. Él la ayudó a levantarse y ella me miró sin dar crédito a tenerme de frente, al lado de su novio.

– Cariño, te presento a Tom Kaulitz, uno de los inversionistas más jóvenes y exitosos del país, ella es ___, hermosa, inteligente y talentosísima mujer del mundo de la publicidad y, lo mejor, es la dueña de mis quincenas – dijo Zayn.

Pobre idiota, ignoraba que a mí me pertenecían su cama y su pasión, eso sí era lo mejor, ser el dueño de sus noches, no de sus días, aunque, claro, yo podría ser feliz teniéndola de tiempo completo, no habría ningún compromiso de trabajo más importante que ella, ni mucho menos una “princesa” que se interpusiera en el camino. La abrazó y eso me molestó, pero tenía que mantener mi farsa, así que agradecí de nuevo las clases de actuación y le estreché la mano que ella retiró rápidamente.

– Sin que me lo tomes a mal Zayn, tienes una novia muy linda – tenía que hacerle saber lo que pensaba de ella y se ruborizó al escucharme.
– Oh, yo lo sé, gracias, además es una excelente chica, la única que me aguanta el ritmo de trabajo y casi no se queja, por eso trato de complacerla lo más que se pueda – excepto en la cama o no tendría porque recurrir a mí, pensé mientras les sonreía.
– Sí, se ve que están muy enamorados – aseguré sólo para ver su reacción.

Entonces, ___ palideció, Zayn le preguntó si sentía bien y ella respondió que se le había subido la cerveza y fue al baño, que ganas de seguirla y hacerla mía ahí mismo, con el novio cerca, ver quien tenía más influencia sobre ella, pero tenía que dejar que asimilara las cosas, realmente había sido una impresión muy fuerte verme ahí y darse cuenta que conocía a su novio.

CAPITULO # 54

Zayn fue tras ella y en ese momento entró Julieta y le preparé una bebida, después ellos regresaron y mi amiga saludó a Zayn y él las presento, me llamó la atención que por segunda vez la llamara ___, supuse que así le diría de cariño, que tipo tan falso, bien que se revolcaba con la tal “princesa”.
...
Les pregunté qué querían de tomar y luego de servirles, entregué sus respectivos vasos a cada uno y rocé a propósito los dedos de ella que se puso más nerviosa. Tomé a Julieta de la mano para caminar a nuestros lugares, no me gustaba nada ver a ___ con Zayn y quería corroborar si a ella le molestaba verme con una mujer, claro que desconocía que se trataba de mi mejor amiga.

A pesar de estar poniendo atención al partido y celebrar con Julieta las anotaciones, estaba pendiente de ___, la miraba de rabillo y, aunque quería ser discreta, me di cuenta de la forma en que miraba a Julieta, ¿sería posible que estuviera celosa?, ¿acaso su novio no le importaba tanto? Entonces se puso de pie y supuse que iba al baño, dejé pasar unos minutos y me levanté con el pretexto de ir por otra bebida y la vi parada sirviéndose un zumo, en verdad moría por besarla, pero debía guardar la compostura, aunque no estaba de más ver si ella tenía las mismas ganas que yo.

– ¿Disfrutando del partido? – susurré en su oído parado detrás de ella.
– No tanto como tú – dijo seria y ahí obtuve mi comprobación, sí estaba celosa.

Me cuestionó de dónde conocía a Zayn y le respondí con la verdad, entonces me preguntó la razón por la que la había llamado antes y le mentí, no era tonta, sí había percibido que yo sabía que estaría ahí. Me dio risa escuchar que dijera la frase que le había escrito en el papel sobre que la vida era un equilibrio y más el que agregara que no se la pasaba teniendo sexo todo el día, le respondí que yo tampoco, sin embargo, le hice saber que con ella sí podría, no estaba seguro de eso, era mucho alarde, francamente, sólo quería que supiera que era especial para mí.

Después de que terminó el partido nos dirigimos al estacionamiento, Julieta propuso que fuéramos a cenar, pero ellos se negaron, ___ argumentando que le dolía la cabeza y Zayn que tenía que trabajar al día siguiente, le rebatí que no todo en la vida era trabajo y dinero, que había que darse tiempo para disfrutar de los placeres, ___ repitió la frase del equilibrio, me agradaba escuchar que me tuviera en mente.

Cuando nos despedimos le sonreí amablemente y deslice mis dedos por su mano mientras la retiraba y la vi partir abrazada de Zayn, eso me quitó la sonrisa de la cara, que ganas de gritarle que la dejara, que ella me pertenecía, pero, en realidad no era cierto, yo seguía siendo un intruso en su vida, aunque ahora supiera mi nombre.

– No puedo creerlo – exclamó Julieta haciendo que dejara de mirarlos y centrara mi vista en ella – te gusta la novia de Zayn, ¿de dónde la conoces? – agregó cruzándose de brazos dejándome boquiabierto.
– Por dios Julieta, me la acaba de presentar, ¿de dónde sacas que la conozco de otro lado y que me gusta? – dije esperando sonar convincente.
– Otra vez negando las cosas – movió la cabeza exasperada – ¿de verdad piensas que soy tonta?, se te olvida que por ser mujer soy muy intuitiva, además de que te conozco de toda la vida, ¿vas a negarme que entre tú y ella había una tensión muy fuerte?, que no es para nada normal cuando acabas de conocer a alguien.
– Estás equivocada Julieta, ya deberías de escribir un libro, últimamente andas muy fantasiosa.
– Y tú sigues insultando mi inteligencia, está bien, si no me quieres decir la verdad, no lo hagas, pero después no vengas a pedirme ayuda porque no sé si te la dé.

La abracé para tranquilizarla, en verdad había olvidado lo perceptiva que era y francamente no pensé que se notara tensión entre ___ y yo, ¿la habrá percibido Zayn?, esperaba no haberla metido en problemas, aunque él la engañara, seguro actuaría como el típico macho si se enteraba que ella le hacía lo mismo.

Al día siguiente, quise llamar a ___, después de todo ella había preguntado si nos podíamos ver, claro que las cosas habían cambiado desde esa llamada, ahora ella sabía quién era yo y la verdad no estaba seguro de que la relación con Zayn fuera del todo mal, debía quererlo o no estaría con él, la cuestión era averiguar qué tan profundos era sus sentimientos hacia él, pero para eso necesitaba tenerlos cerca, convivir con ellos, ver como se trataban, quizá era buena idea seguir la sugerencia de Julieta e invitarlos a cenar uno de estos días, o tal vez, debía dejar que las cosas siguieran su curso, faltaba poco para el desfile de Caroline y ahí era seguro que la viera, aunque no sabía si él la acompañaría.

Dos días más tarde Zayn me invitó a almorzar en agradecimiento por haberlo invitado al partido y de paso veríamos unas nuevas inversiones, así que quedamos de vernos a las dos en el restaurante del Rose Imperial. Llegó muy puntual y mientras esperábamos que nos llevaran la comida hablamos de negocios y después hizo un comentario sobre tomar vacaciones que me dio una gran idea.

– ¿Así que piensas tomarte unos días libres? – pregunté después de tomar agua.
– Es mi intensión, tengo como seis meses prometiéndole a ___ que viajaremos y no he podido cumplirle – sin querer me estaba proporcionando información valiosa.
– ¿Y tienes algún lugar pensando? – mi mente maquiavélica estaba trabajando.
– La verdad no, tal vez la playa, no sé.
– Pues yo tengo una pequeña casa muy cerca de Las Vegas, si quieres te la puedo prestar por un fin de semana.
– ¿En serio?, eso sería fabuloso, siempre he querido ir a Las Vegas a apostar.
– Y a… – estaba a punto de decir ___, pero logré quedarme callado a tiempo, ya que él no la llamaba así – ¿a tu novia le gustará ir allá?
– Seguro, con tal de estar conmigo irá adonde sea – arrogante, lo que no sabía es que no estarían solos.
– Si quieres consúltalo primero con ella y ya después me avisas.
– Más bien tengo que consultar con mi jefe que días puedo ausentarme de la oficina.
– Pues cuando sepas la fecha exacta me avisas para darte las llaves.
– Gracias, yo creo que será en dos o tres fines de semana, yo te confirmo – sonó su movil y sonrió al ver de quien se trataba – permíteme unos minutos, es de la oficina – se excusó y se levantó de la mesa.

¿De verdad habría creído que me tragué su cuento?, ni siquiera era __ la que le llamaba, no tenía porque alejarse si se tratara de ella y menos con lo que acabábamos de platicar. Que rabia me daba saber que ella ignorara lo que realmente hacía su noviecito en su ausencia, aunque por otro lado y pensando mejor las cosas, eso era una ventaja para mí, me estaba facilitando el camino hacia ella y quizá algún día yo sería quien lo desenmascarara y ya no habría ningún obstáculo para que ella estuviera conmigo, en dado caso que así lo quisiera ___, tenía que asegurarme que estuviera igual que yo y en ese viaje me daría cuenta, ese viaje sería decisivo para el curso que tomarían las cosas entre ella y yo.

Después de varios minutos Zayn regresó con una sonrisa idiota en la cara, ¿cómo podía ser tan cínico?, y no es que me espantara lo que hacía, yo era un mujeriego, pero al menos no engañaba a ninguna, sabían perfectamente como estaban las cosas, en cambio, él jugaba al novio lindo con ___ mientras se revolcaba con otra que, por cierto, como lo buscaba, mucho más que ella que era la novia oficial. Luego de comer y platicar otro rato quedó de llamarme para confirmarme cuando irían a Las Vegas y nos despedimos para regresar a nuestras respectivas oficinas.

Los días siguieron pasando y __ no me llamaba, así que decidí respetar su decisión y yo tampoco la busqué ni fui a espiar a su departamento, quizá ella ya no quería verme, tal vez me había buscado porque tenía problemas con Zayn y ya los habían solucionado, la única esperanza que me quedaba era verla en el desfile de Caroline que sería esa noche.

Salí de la oficina y fui a mi departamento a cambiarme, después pasé por Julieta y nos dirigimos al hotel. Al llegar se nos acercaron los fotógrafos, posamos unos instantes y luego caminamos hacia Caroline que estaba con __, quien al vernos se fue, se veía tan hermosa con ese vestido verde, creación de mi hermana. Ésta me abrazó y también a Julieta, estaba tan contenta, uno de sus sueños se estaba haciendo realidad y yo me sentía orgulloso de ella.

Minutos más tarde __ salió de dondequiera que estuviera y Julieta se acercó a saludarla, yo la admiré por unos instantes y después me uní a ellas, no pude evitar acariciar su mano cuando estrechó la mía, se puso nerviosa ante el contacto y yo sentí deseos de abrazarla, pero otra vez tenía que mantener la compostura, estábamos en un lugar público y Julieta ya se había dado cuenta que algo más había entre ella y yo así que caminamos a nuestros lugares para ver el desfile. Sin embargo, no podía dejar de mirarla, lucía espectacular y mi mente lujuriosa imaginó varias formas de quitarle ese vestido y hacerla mía, incluso en ese mismo lugar. De repente, ella se levantó y la seguí con la mirada, entró a una de las bodegas, esperé unos minutos y luego me puse de pie.

– ¿Adónde vas? – interrogó Julieta agarrandome del brazo.
– Al baño – respondí muy seguro, pero mi amiga me hizo una mueca.

Entré a la bodega y vi a __ sentada en un sillón con su cabeza entre sus manos, inspeccioné el lugar buscando el cuarto del aseo, necesitaba tenerla entre mis brazos, besarla, acariciarla, hacerla mía, iba preparado para eso y había encontrado el momento preciso. Así que me acerqué y le pregunté cómo se sentía, ella me miró un tanto asustada y nerviosa, me encantaba ponerla así, entonces le sugerí que tenía que relajarse y se negó rotundamente a subir a la habitación argumentando que estaba mi familia y mi novia, quise reírme ante ese comentario y estuve a punto de dejarla en su error, pero no lo hice, no quería que tuviera una imagen equivocada de mí, entonces la hice levantarse y la encaminé al pequeño cuarto. 

CAPITULO # 55 (FIN DEL MARATOM)

Una vez dentro, la besé con desesperación, como había extrañado sus labios y sus caricias, __ me correspondió de la misma forma, estaba tan ansiosa como yo y sin mucho preámbulo ni desnudarnos por completo nos entregamos ahí, a oscuras, besándonos para acallar los gemidos y con la adrenalina hasta el cielo porque era algo arriesgado, cualquiera podría abrir esa puerta y descubrirnos.

– ¿Me extrañaste? – preguntó con un hilo de voz.
– No tienes idea cuanto – respondí en su oído.
– Muéstrate que tanto – me encantaba que repitiera lo que antes yo le había dicho y aceleré mis movimientos disfrutando más del roce de nuestros sexos.
– Te extrañé tanto __ – al fin podía decirle su nombre.
– Repítelo – pidió como si no hubiera dado crédito a lo que escuchó.
– Te eché muchísimo de menos… __ – sentí sus labios sobre mi cuello y como su cuerpo vibraba llegando al orgasmo.
– Yo también te eché de menos… Tom – musitó con la voz entrecortada.

Escuchar mi nombre salir de sus labios fue el detonante exacto para que terminara yo también, no éramos más un par de desconocidos y ella estaba dispuesta a seguir con esto, era lo que yo quería saber. Le propuse que nos escapáramos, pero no aceptó, me explicó que estaba trabajando, yo había olvidado ese pequeño detalle así que no me quedó más remedio que aceptar.

– Yo salgo primero, ¿vale? – dijo terminando de arreglarse el vestido.
– ¿Por qué?, entramos juntos.
– Y sólo espero que nadie nos haya visto, entiende por favor, estoy trabajando.
– Está bien, sal tú primero – acepté rodando los ojos.


Me quedé recargado sobre el umbral de la puerta viendo como __ se alejaba, me tenía loco y no encontraba la razón, no era sólo por el sexo, ¿o sí?, lo único que me importaba era que nuestros encuentros no se terminaran. Después fui al baño para arreglarme bien la ropa y regresé a mi lugar, ella ya estaba en el suyo y yo me senté, Julieta tuvo el buen tino de recargarse en mi hombro y ___ se dio la vuelta molesta.

Cuando el desfile se acabó, Julieta fue a hablar con Diana, así que yo aproveché para buscar a __ y me acerqué a la mesa de los bocadillos donde se encontraba. Le hice unas afirmaciones poco decentes, para ser sincero, pero me fascinaba ver el efecto que tenía sobre ella, confirmar que no le era indiferente, que mi presencia la ponía nerviosa, lo cual me llenaba de un enorme gozo.

En eso, Caroline se acercó sorprendida de vernos hablar y cuando preguntó si nos conocíamos le dije que sí, pero le mentí de donde, porque ignoraba que yo perteneciera a esa club extraño y para mi buena suerte se acordó de aquella chica que me regalaba chocolates en la universidad y que, por cierto, jamás le había aclarado que era lesbiana y por eso no hubo nada entre ella y yo. Lo mejor fue que __ me siguió la mentira y debido a eso Caroline tuvo la brillante idea de invitarla a su boda, claro que sin evitar quemarme recordando a la chica con la que había ido a la de Jaxon, pero yo no sabía que con unas copas de más perdería la decencia, iba conmigo en la universidad y siempre había sido muy tranquila y recatada, al menos estando sobria, por eso la había llevado conmigo.

__ tenía una extraña expresión en su cara, que no me quedaba claro si era por la historia de la stripper o por la repentina invitación de Caroline, quien le insistió cuando vio que se rehusaba, en ese momento agradecí que mi hermana fuera tan empecinada para algunas cosas, después dijo que buscaría a Dylan y se alejó. Le hice otro comentario seductor a __ que me miró desconcertada, en verdad no se esperaba que mi hermana la invitara a su boda y estaba intranquila porque le mentimos sobre donde y cuando nos habíamos conocido, entonces le expliqué como era Caroline y que no le veía mayor problema a ir a la boda.

– Se te olvida un pequeño detalle, yo tengo novio – tenía que recordármelo.
– Eso no es problema, tu novio seguramente tendrá un negocio que cerrar ese fin de semana – uno llamado “princesa”, estuve a punto de decirle, pero me contuve.

Y de nuevo me cuestionó sobre Julieta, seguía creyendo que era mi novia y volví a aclararle que no era así, sin embargo, me lo rebatió y me aseguró que no iría a la boda, ¿acaso estábamos discutiendo?, ¿Julieta le caía mal?

– ¿Estás celosa? – no pude evitar preguntárselo.
– Tú no tienes vergüenza de verdad.
– Eso no responde mi pregunta.
– Estoy tan celosa de Julieta como tú lo estás de Zayn, ¿satisfecho? – bastante, pensé, porque si era así en definitiva estaba sumamente celosa.
– ¿Alguien dijo mi nombre? – dijo mi amiga acercándose.
– Con permiso, tengo que mirar unas cosas en la cocina – se excusó y se fue.
– ¿Qué le pasa? – me preguntó Julieta.
– Nada mi niña, seguro está estresada por todo el evento – a propósito la llame así, sabía que __ estaba escuchando y me gustaba que se pusiera celosa.
– ¿Vas a seguir mintiéndome Tom? – exclamó mirándome seria.
– ¿Qué quieres que te diga? – evadí su mirada.
– La verdad, los he estado observando y me he dado cuenta de cosas muy interesantes, ¿por qué no confías en mí?, ¿crees que voy a juzgarte?, Tom soy tu mejor amiga y lo único que te pido es honestidad, es lo que te he dado yo siempre.
– Está bien, sí la conozco desde antes del partido y… sí me gusta.
– ¿Y dónde la conociste? – por eso quería evitar esta conversacion, no podía decirle la verdad.
– Aquí mismo… en el bar, estaba sola y le invité un trago, hablamos, jamás mencionó que tenía novio y no me imaginé que resultara que yo lo conocía y que nos toparíamos en el estadio – inventé rápidamente esa historia.
– ¿Fue por ella por quien te emborrachaste aquella vez?
– No, todavía no la conocía cuando la borrachera – tuve que mentirle de nuevo.
– ¿No la conocías? – se cruzó de brazos nada convencida – ¿o fue cuando te enteraste que tenía novio?
– No la conocía todavía – aseguré esperando que me creyera.
– ¿Y qué hay entre ustedes?, porque ambos se desaparecieron como media hora.
– La verdad, no sé que hay entre ella y yo, no te negaré que nos hemos besado, pero como sabes, tiene novio y no hemos aclarado ese punto.
– La atracción entre ustedes es evidente Tom y por lo poco que vi en el estadio, ni siquiera con su novio es tan intensa, además, creo que está celosa de mí.
– ¿En serio lo crees? – era mejor que alguien externo me lo confirmara.
– Te gusta de verdad, ¿no es así?, no es algo físico solamente, en realidad te interesa.
– ¿Por qué lo dices? – pregunté un tanto desconcertado.
– Porque se te nota y me da muchísimo gusto, al fin te estás abriendo al amor.
– Creo que exageras, aún es un poco prematuro hablar de amor.
– Tal vez, pero para allá vas – me abrazó – de corazón deseo que todo salga bien, no me gustaría verte lastimado, mereces ser feliz con alguien que te corresponda.
– Por eso no quería decirte nada, quizá no sea tan importante.
– Yo creo que sí lo será, espero que pronto deje a Zayn, no tienes por qué ser el otro.
– Que cosas dices Julieta… ni siquiera soy eso – al menos, no lo había visto así.
– Pues peor entonces, eres un hombre maravilloso y espero que ella lo aprecie.

El resto de la fiesta ya no pude hablar con __, ni siquiera me di cuenta a qué hora se fue, cuando quedaban pocos invitados y la busqué ya no estaba, pero al menos, Caroline me había dado el pretexto perfecto para volver a verla, le llevaría mi invitación de la boda y sólo compraría otro sobre para ponerle su nombre, le argumentaría que ella se la había mandado.

Al otro día, Zayn me llamó para confirmarme que en dos fines de semana más se irían a Las Vegas, pero al cabo de unos minutos, rectificó y me dijo que sería el siguiente jueves, así que le pedí que un día antes pasara a mi oficina por las llaves de la casa y me lo agradeció enormemente, yo sonreí imaginando la cara que pondría cuando me viera ahí. Después que le colgué, le llamé a Julieta para invitarla, sería demasiado sospechoso que llegara yo solo y ella aceptó de inmediato, así que luego compré los boletos para el avión.

El lunes salí de mi oficina después de un arduo día de trabajo. Llamé a la de __ y cuando me contestó colgué de inmediato, sólo quería comprobar si estaba ahí para ir a dejarle la invitación. Al llegar y registrarme dije que iba al piso nueve, no sabía si había más gente en la agencia y no quería meter a __ en problemas.

Me encantó la cara de sorpresa que puso al verme en la puerta de su oficina y más cuando le entregué la invitación, me cuestionó si yo quería que fuera, pero, ¿qué no se daba cuenta que era obvio?, si no quisiera que me acompañara no estaría ahí dándole el dichoso sobre. Noté que se quedó mirando al vacío unos segundos y después me dijo que iba por unos papeles, así que me senté a esperarla. En eso, vi una foto que tenía al lado de su computadora y la agarré, eran ella y Zayn abrazados y muy sonrientes en alguna fiesta porque estaban vestidos de gala, en ese momento no supe si era mejor ser el novio o el amante, tener su cuerpo clandestinamente mientras él podía caminar con ella por las calles, sin tener que ocultarse.

De pronto, escuché que cerraba la puerta sigilosamente, ¿acaso estaba pensando seducirme ahí mismo?, por supuesto que lo deseaba y estaba preparado para eso, pero pensaba llevarla a mi departamento. Me quitó la fotografía de la mano y se sentó sobre mí, yo le sonreí, estaba a punto de cumplirme una de mis fantasías, definitivamente había algo especial y diferente con ella, así que no podía permitir que saliera de mi vida.



Hola!!! como estan? Espero q bien ... Aqui esta el maratom ... Faltan 21 caps ... para que termine la historia ... lo se ... que triste u.u pero asi son las cosas xD ... Bueno que esten bien y cuidense muchoooo ADIOS :))

3 comentarios:

  1. :O me encanto el cap Tom esta definitivamente enamorado de (Tu nombre) y no es puro sexo q lindooo jajajaja (Tu nombre) celosa de Julieta y Julieta ya descubrió a Tom.. escribes super genial espero con ansias el próximo cap sube prontooo pleaseee amoooo tu fiic esta es la fic q mas me gusta jejeje!!!!

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  2. Me enanta lo que narra Tom.
    Asi sabremos lp qu el pwnsaba cuando estaba con ella..

    Que penita que acabe . Pero puea quiero saber el final :P

    Siguelaaa xD

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  3. te digo !! cada vez me enamoro mas de Tom !! *-* tan bello !! amo sus celos <3 DIOS !! no quiero que se acabe :( pero bueno *-* AMO esta fic !! y la historia de Tom <3 *-* me ENCANTAAAA !! espero que pase algo muy emocionante cuando Tom termine su historia *_*

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